Análisis

El cambio en la relación trabajador-empleador

Si no somos familia, ¿qué somos?

Informe especial: Tendencias Globales en Capital Humano 2021

Cuatro futuros potenciales para la relación trabajador-empleador

Las presiones sociales y pandémicas aceleraron la evolución de la relación trabajador-empleador más allá de la anticipación de cualquiera. ¿Cómo podría evolucionar aún más en medio de las incertidumbres de un mundo trastornado?

Definimos cuatro futuros posibles que ejemplifican cómo podría desarrollarse la relación trabajador-empleador y cómo podrían responder las organizaciones y los trabajadores.

Le invitamos a examinar estos futuros, donde discutimos los riesgos potenciales, cómo saber si se encuentra en un escenario particular y estrategias para no solo sobrevivir, sino prosperar. Y a medida que los explora, desafíese a sí mismo para evitar concluir que los próximos años acelerarán los cambios que ya esperaba o creía que eran inevitables.

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El trabajo como una moda

Los empleadores están en constante movimiento mientras persiguen los sentimientos de los trabajadores, las acciones de la competencia y la dinámica del mercado.

La relación trabajador-empleador es REACTIVA: los empleadores se sienten obligados a responder en el momento a las preferencias expresadas por los trabajadores y a los movimientos de la competencia, sin conectar esas acciones con una estrategia de fuerza laboral sostenible.
 

La guerra entre el talento

Los trabajadores compiten por trabajos limitados debido a una sobreoferta de talento.

La relación trabajador-empleador es IMPERSONAL: los empleadores ven a los trabajadores como intercambiables y fácilmente reemplazables, y los trabajadores están más preocupados por competir entre sí por puestos de trabajo que por la calidad de su relación con su empleador.
 

El trabajo es el trabajo

Los trabajadores y los empleadores ven la responsabilidad organizacional y la realización personal y social como dominios en gran medida separados.

La relación trabajador-empleador es PROFESIONAL: cada uno depende del otro para satisfacer las necesidades relacionadas con el trabajo, pero ambos esperan que los trabajadores encuentren significado y propósito en gran medida fuera del trabajo.
 

Propósito liberado

El propósito es la fuerza dominante que impulsa la relación entre trabajadores y empleadores.

La relación trabajador-empleador es COMUNAL: tanto los trabajadores como los empleadores ven el propósito compartido como la base de su relación, considerándolo como el vínculo más importante que los une.

 

Descargue el reporte completo: Tendencias Globales en Capital Humano 2021, “El cambio en la relación trabajador-empleador: si no somos familia, ¿qué somos?”.

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